jueves, 15 de enero de 2015

Museo Mural Diego Rivera

Hoy tampoco hice planes para visitar algún museo me quede de ver con mi amiga María de los Ángeles en la Estación del Metro Juárez Línea 3 dirección Indios Verdes a las 14:00 hrs. Me envía un mensaje al celular, aproximadamente a las 13:40 hrs., para vernos a las 14:30 hrs., le regrese el mensaje afirmativamente. En ese preciso momento iba llegando a la estación Juárez, pensé: es mucho tiempo estar aquí, mejor me bajo en la Estación Hidalgo y me doy una vuelta en la Alameda.


Al salir de la estación Hidalgo están varios jugadores de ajedrez, me detuve un instante para ver a estos distinguidos participantes. Lo más característico entre todos esos hombre de edad madura, es que había una joven mujer con aires de grandeza. Pero la verdad era bien maleta para jugar ajedrez. Mejor decidí ir al Museo Mural Diego Rivera y disfrutar la magna obra “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.


Esta bella obra la conocí cuando iba en segundo o tercero de Primaria nos llevaron en autobuses escolares. El Mural me gustó mucho pero se me hacía enorme, kilométrico. Estaba ubicado en la entrada del Hotel del Prado. Pero con los temblores de septiembre de 1985 la Ciudad de México quedo muy devastada y el hotel sufrió daños severos. Afortunadamente el Mural no sufrió daño alguno, posteriormente lo cambiaron al Museo Mural Diego Rivera.


Posteriormente vi a mi amiga en el lugar y hora pactada, nos fuimos al restaurante Vips Madero, Calle Francisco I Madero 53, Centro Histórico. Pedimos primero café descafeinado y luego pozole y cerveza. El pozole sabía a todo, menos a pozole. 

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