martes, 6 de noviembre de 2012

Actividades recreativas de 1 y 2 de noviembre

Este año decidimos que cada quien pasaría el 1º de noviembre en sus respectivas casas cenando y comiendo el famoso pan de muerto. El día 2 nos reunimos con mi hermana para comer la típica calabaza, dulces de la temporada y el exquisito pan de muerto. En la noche fuimos a la delegación Azcapotzalco para presenciar el desfile de automóviles y demás vehículos de transporte. Llegamos a aproximadamente como a las 19:00 hrs a fuera de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, ya había varios vehículos estaciones. La mayoría de estos autos tenían en su interior luces neón y sonido house (música electrónica).   

El desfile inicio alrededor de las 19:15 hrs estos vehículos estaban adornados con figuras de fantasmas, calaveras y monstruos. Los conductos y sus acompañantes estaban maquillados  o con mascaras de distintos espectros. El folklor y la alegría comienzan cuando los autos se ponen en movimiento  vemos personajes terroríficos antiguos y modernos, con ojos azules, verdes, rojos, entre otros. Parecía que salían de ultratumba para deleite de los espectadores.

Al término de la caravana nos fuimos a la explanada de la delegación Azcapotzalco para disfrutar de las actividades culturales y artísticas de ese día. Nos gustaron varios trabajos artesanales multicolores que estaban en el piso  con la imagen de la catrina.

Después disfrutamos de un grupo de danzantes que realizaban un ritual agradeciendo a Quetzalcóatl el cuidado de las ánimas que debían viajar del inframundo a la vida terrenal para estar con sus seres queridos. Las danzas que ejecutaron me hicieron recordar los conciertos que se llevaban acabo el 1 y 2 de noviembre de cada año en la década de los 90s en el Espacio Escultórico del Centro Cultural Universitario de la UNAM. Estos conciertos ofrendas eran organizados por el musicólogo finado Jorge Reyes y demás pléyade de músicos mexicanos y extranjeros que vinieron a deleitarnos con sus cantos, ritmos y melodías.


El día 3 de noviembre acudimos a la Gran Ofrenda que se realizo en la zona denominada las islas que se encuentra entre Rectoría y el edificio de Posgrado de Derecho de Ciudad Universitaria. Las ofrendas fueron realizadas por las facultades y escuelas de la UNAM, y por Universidades privadas. Las ofrendas estuvieron muy llamativas y bonitas, la verdad todas me gustaron y no tengo preferencia por ninguna.

También disfrutamos la danza del vientre en diferentes actos por parte de la Compañía de Bailarinas y Músicos de Estilo Araba (Muarak Zaghareet).
Al término de las bailarinas exóticas sale a escena el grupo de músicos del Liceo Mexicano Japonés Ryukyukoku Matsuridaiko los cuales interpretan música tradicional del Japón. Éstos(as) hacían retumbar sus tambores de forma rítmica y melódica, excelente interpretación de las niñas que estaban hasta adelante del grupo.
Al finalizar su presentación hable con su representante:
- Su concierto me gusto mucho, me hizo recordar al grupo japonés Kodo y a los músicos Tomita y Kitaro.
- No los conozco.
- En serio, pero si todos son japoneses, Kodo toca tambores igual que ustedes. Kitaro y Tomita tocan sintetizadores acústicos catalogados dentro del género New Age. La mujer se quedo atonica no supo que contestar.

En fin que irónica es la vida, Kitaro y Tomita fueron de los primeros interpretes orientales que escuche.           

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