El denominado charrismo sindical es un concepto “clásico mexicano” que vio su origen en el país durante el año 1948 y que su realidad está basado en una forma del corporativismo político y que ha servido como control para sostener y reproducir regímenes políticos autoritarios y corruptos.Actualmente, el charrismo sindical sigue teniendo gran poder por el apoyo que recibe de los diferentes estratos gubernamentales, como forma de pago o agradecimiento al respaldo que los líderes le dan en las campañas políticas y frenando e incluso desapareciendo las luchas sindicales de los trabajadores. El país ha logrado consolidar la relación entre empresarios, gobierno y sindicatos, donde el reparto de riqueza, poder y estrato social, se han llevado a costa de miles de trabajadores sin oportunidad de crecimiento.
El denominado charrismo sindical es un concepto “clásico mexicano” que vio su origen en el país durante el año 1948 y que su realidad está basado en una forma del corporativismo político y que ha servido como control para sostener y reproducir regímenes políticos autoritarios y corruptos.Actualmente, el charrismo sindical sigue teniendo gran poder por el apoyo que recibe de los diferentes estratos gubernamentales, como forma de pago o agradecimiento al respaldo que los líderes le dan en las campañas políticas y frenando e incluso desapareciendo las luchas sindicales de los trabajadores. El país ha logrado consolidar la relación entre empresarios, gobierno y sindicatos, donde el reparto de riqueza, poder y estrato social, se han llevado a costa de miles de trabajadores sin oportunidad de crecimiento.
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