viernes, 28 de octubre de 2022

Damnación en la Torre Brasilia

 

Los días siguen su curso el tiempo se hace eterno y el desmadre que dejo Yolanda Segura Camacho se sigue putrefactando. Sus más fieles seguidores que diabólicamente forma una secta, hacen sus clásicas “reuniones” donde empiezan a divagar y a decir sandes y media, no dan soluciones y lo más importante nadie toca el punto del mega ROBO que hizo a la Torre Brasilia, los departamentos que RENTA y la asquerosidad que dejó en el sótano de la Torre para que se le obligue legalmente a la Reparación del Daño y sea expulsada de la Unidad. Se hacen de la vista gorda y evitan a toda costa tocar el meollo del asunto.










Al estar coludidos con este aborto de la naturaleza, se quieren salir por la tangente culpando peyorativamente a los morosos del desmadre del sótano. En primer lugar, no hay morosos; en segundo lugar, ya no saben que decir, ya se les acabaron las ideas (idioteces) porque en el fondo saben que no tienen la razón y lo que se ve no se juzga. Estamos hasta la madre de mierda.









Para la gente que no vive aquí pues les vale y si el sótano es un foco de infección el olor es insoportable, los moscos y mosquitos transmisores de enfermedades te molestan día y noche pues ya te fregaste. Y si las cucarachas andan muy quitadas de la pena en tus trastes y comida, dale gracias a Yola y a sus sectarios. A esta gente ni le importa ni le preocupa el desmadre de la fosa séptica llamada sótano. Recuerda estos insectos salen del sótano se dan un festín con la porquería que dejó la supuesta administradora estrella Yolanda Segura Camacho.









Tú mismo aprecia y disfruta las imágenes y te podrás dar cuenta del abominable problemón y asquerosidad que dejo la inmundicia Yolanda, sigue muy quitada de la pena entrando a la Unidad y haciendo de las suyas en las otras Torres. Dios mío hasta cuándo terminará esta malvada maldición y salación que cayó hace 14 años en la Unidad Torres de San Juan 1-B.









Sus nefastos seguidores al unísono dicen que son rencillas, son rencores, son odios lo que tienen contra la blasfema Yolanda. Les decimos a estos neófitos individuos que son actos, son hechos, son realidades, son verdades lo que hizo esta perversa en el edificio Brasilia, París, Damasco y Ottawa.