Realmente
fue aplastante el triunfo del tabasqueño sobre sus oponentes este 1º de julio,
el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, hoy por hoy, goza del
agrado y simpatía del votante mexicano, incluyendo niños. Andrés Manuel López
Obrador lleva 18 años haciendo proselitismo político al enfrentar primero a
Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Para
llegar a este triunfo arrollador López Obrador llevó a cabo un proceso
propagandístico que fue de lo ridículo a lo sublime, enfrentar situaciones
adversas y superar obstáculos. Hoy se consolida como el líder de los mexicanos,
las imágenes que vimos el domingo dan muestra clara del apoyo incondicional del
pueblo a López Obrador.
La
democracia mexicana da un paso enorme ya que un partido político nuevo Movimiento
Regeneración Nacional (MORENA) unifica el pensar de millones de mexicanos: “Queremos
a López Obrador", "Queremos el cambio”. El Sistema y Régimen de Partidos se
cumple cabalmente porque el electorado se identifica más con el Partido
Político de su preferencia y no con los candidatos independientes; se cumplen los mandatos del Instituto Nacional Electoral y el proceso electoral se lleva en orden.
Por
qué es histórica la victoria de López Obrador en estos comicios 2018: en la
votación del año 2000 el ex presidente Vicente Fox Quesada obtiene 48% del voto,
Obrador lo supera ampliamente en este 2018; los contendientes reconocen en
seguida su derrota y felicitan a Andrés Manuel López Obrador; las enormes filas
en las casillas demuestran el gran interés del votante por ejercer su derecho; los
resultados preliminares dan a López Obrador el 53% de los votos; representa el
cambio radical antisistema; y su proyecto de gobierno es heterogéneo
(Izquierda, conservadores, derecha, etc.).
Juntos
Haremos Historia (MORENA, Partido del Trabajo y Encuentro Social).
A
continuación el Discurso del candidato Andrés Manuel López Obrador:
Una
mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la cuarta transformación
de la vida pública de México.
Agradezco
a todos lo que votaron por nosotros y nos han dado su confianza para encabezar
este proceso de cambio verdadero. Expreso mi respeto a quienes votaron por
otros candidatos y partidos.
Llamo
a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner por encima de los intereses
personales, por legítimos que sean, el interés general. Como afirmó Vicente
Guerrero: “La patria es primero”.
El
nuevo proyecto de nación buscará establecer una auténtica democracia. No
apostamos a construir una dictadura abierta ni encubierta.
Los
cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido.
Habrá
libertad empresarial; libertad de expresión, de asociación y de creencias; se
garantizarán todas las libertades individuales y sociales, así como los
derechos ciudadanos y políticos consagrados en nuestra Constitución.
En
materia económica, se respetará la autonomía del Banco de México; el nuevo
gobierno mantendrá disciplina financiera y fiscal; se reconocerán los
compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros.
Los
contratos del sector energético suscritos con particulares serán revisados para
prevenir actos de corrupción o ilegalidad. Si encontráramos anomalías que
afecten el interés nacional, se acudirá al Congreso de la Unión, a tribunales
nacionales e internacionales; es decir, siempre nos conduciremos por la vía
legal. No actuaremos de manera arbitraria ni habrá confiscación o expropiación
de bienes.
La
transformación que llevaremos a cabo consistirá, básicamente, en desterrar la
corrupción de nuestro país. No tendremos problema en lograr este propósito
porque el pueblo de México es heredero de grandes civilizaciones y, por ello,
es inteligente, honrado y trabajador. La corrupción no es un fenómeno cultural
sino el resultado de un régimen político en decadencia. Estamos absolutamente
seguros de que este mal es la causa principal de la desigualdad social y
económica y de la violencia que padecemos. En consecuencia, erradicar la
corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno.
Bajo
ninguna circunstancia, el próximo Presidente de la República permitirá la
corrupción ni la impunidad. Sobre aviso no hay engaño: sea quien sea, será
castigado. Incluyo a compañeros de lucha, funcionarios, amigos y familiares. Un
buen juez por la casa empieza.
Todo
lo ahorrado por el combate a la corrupción y por abolir los privilegios, se
destinará a impulsar el desarrollo del país. No habrá necesidad de aumentar impuestos
en términos reales ni endeudar al país. Tampoco habrá gasolinazos. Bajará el
gasto corriente y aumentará la inversión pública para impulsar actividades
productivas y crear empleos. El propósito es fortalecer el mercado interno,
tratar de producir en el país lo que consumimos y que el mexicano pueda
trabajar y ser feliz donde nació, donde están sus familiares, sus costumbres,
sus culturas; quien desee emigrar, que lo haga por gusto y no por necesidad.
El
Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a
todos los mexicanos: a ricos y pobres; a pobladores del campo y de la ciudad; a
migrantes, a creyentes y no creyentes, a seres humanos de todas las corrientes
de pensamiento y de todas las preferencias sexuales.
Escucharemos
a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a
los más humildes y olvidados; en especial, a los pueblos indígenas de México.
Por el bien de todos, primero los pobres.
Cambiará
la estrategia fallida de combate a la inseguridad y a la violencia. Más que el
uso de la fuerza, atenderemos las causas que originan la inseguridad y la
violencia. Estoy convencido de que la forma más eficaz y más humana de
enfrentar estos males exige, necesariamente, del combate a la desigualdad y a
la pobreza. La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.
A
partir de mañana, convocaré a representantes de derechos humanos, a líderes
religiosos, a la ONU y a otros organismos nacionales e internacionales, para
reunirnos las veces que sean necesarias y elaborar el plan de reconciliación y
paz para México que aplicaremos desde el inicio del próximo gobierno. Me
reuniré todos los días, desde muy temprano, con los miembros del gabinete de
Seguridad Pública; es decir, habrá mando único, coordinación, perseverancia y
profesionalismo.
Seremos
amigos de todos los pueblos y gobierno del mundo. En política exterior, se
volverán a aplicar los principios de no intervención, de autodeterminación de
los pueblos y de solución pacífica a las controversias. Y como decía el
Presidente Juárez: “nada por la fuerza, todo por la razón y el Derecho”.
Con
el gobierno de Estados Unidos de América buscaremos una relación de amistad y
de cooperación para el desarrollo, siempre fincada en el respeto mutuo y en la
defensa de nuestros paisanos migrantes que viven y trabajan honradamente en ese
país.
Amigas
y amigos:
Agradezco
las muestras de solidaridad que he recibido de dirigentes y de organizaciones
sociales, políticas y religiosas del mundo.
Ya
hemos contestado las primeras llamadas de felicitación de Jefes de Estado y de
gobierno de algunos países. A todos, nuestro sincero agradecimiento y respeto.
Debo
reconocer el comportamiento respetuoso del presidente Enrique Peña Nieto en
este proceso electoral. Muy diferente al trato que nos dieron los pasados
titulares del Poder Ejecutivo.
Fue
ejemplar la pluralidad y el profesionalismo de la prensa, la radio y la
televisión. Los medios de información no fueron, como en otras ocasiones,
correas de transmisión para la guerra sucia. También mi gratitud a las benditas
redes sociales.
Amigas
y amigos:
Reitero
el compromiso de no traicionar la confianza que han depositado en mí millones
de mexicanos. Voy a gobernar con rectitud y justicia. No les fallaré porque
mantengo ideales y principios que es lo que estimo más importante en mi vida.
Pero, también, confieso que tengo una ambición legítima: quiero pasar a la
historia como un buen Presidente de México. Deseo con toda mi alma poner en
alto la grandeza de nuestra patria, ayudar a construir una sociedad mejor y
conseguir la dicha y la felicidad de todos los mexicanos.
¡Muchas
gracias! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!